Gabriel Pizarro
Redactor
Gabriel Pizarro / Gabriel

Tenía una frase muy cool, pero se perdió y nunca volverá a ver la luz. Leer más »

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24 de Febrero del 2023

The Last of Us: Episodio 6

Un capitulo emotivo, con mucho desarrollo y lleno de easter eggs

(Aclaración: esta reseña/recapitulación está dirigida a quienes hayan jugado los juegos, por lo tanto, puede contener spoilers de los mismos, así también como de la serie)

Después del tremendo episodio 5, es momento de bajar un cambio para The Last of US, por lo que este capítulo resulta lento en comparación y se enfoca mucho más en el desarrollo y relación entre los personajes. “Lento” sin embargo, no quiere decir “malo”, y de hecho, esta entrega nos regala estupendas adaptaciones de algunas de las mejores escenas del juego, y también algunos cambios y/o agregados más que interesantes de la mano de Pedro Pascal.


El episodio abre unos meses después del trágico escape de Kansas City, y ya es invierno. En una cabaña alejada de todo vive una pareja de nativos-americanos (interpretados por el legendario Graham Greene, de Danza con Lobos, y por Elaine Miles) que reciben la inesperada visita de Joel y Ellie. A punta de pistola, Joel exige a la pareja que les informe donde están y en qué dirección ir para llegar a Tommy. El intercambio que se da en esta escena es maravilloso, plagado de ese humor tan particular y característico tanto de la serie y el juego, que se luce aún más por la química entre Greene y Miles a la que se suma la ya consagrada entre Pedro Pascal y Bella Ramsey. Podría escribir toda una columna sobre esta sola escena; hablar sobre diferentes modos de vida y actitudes. Y confieso que hasta sería interesante algún que otro capítulo que ahondara más en la vida de estos dos personajes inventados íntegramente para la serie.

Joel y Ellie consiguen la información y una advertencia sobre lo peligroso que es dirigirse al Oeste, pasando el río, donde la pareja ermitaña ha visto demasiados cadáveres tirados “de infectados y no infectados”. Cuando salen de la cabaña, Joel parece sentirse mal y se toma el pecho como si estuviese por sufrir un ataque al corazón. Aquellos que lo han sufrido/visto no les costará reconocer los síntomas de un ataque de pánico, que se repetirán a lo largo del episodio y que ponen de manifiesto una vez la inmensa capacidad de Pedro Pascal.

 

Se puede decir que gran parte del episodio son Joel y Ellie caminando, con hermosos paisajes nevados de fondo. Lo interesante es que, en los dos tramos en los que los protagonistas viajan, la variación del tono de las escenas nos permite presenciar cómo va creciendo la relación entre ambos. En esta primera parte, Joel se muestra tan gruñon como siempre, con Ellie llevando la conversación casi de forma individual. Parecería que Joel está cansado de toda la misión, y sin embargo, hay una escena que nos da pistas de algo más: mientras paran para descansar a la noche, Joel le asegura a Ellie que hará ambas guardias. Sin embargo, al llegar el día vemos a la adolescente, rifle en mano, esperando que Joel despierte. Este se preocupa por lo ocurrido, pero Ellie le asegura que tomo todas las precauciones que  su compañero le ha enseñado durante el viaje. Por un lado, sabemos que Joel ha estado educando a Ellie; pero además, la cara de preocupación que este pone al despertar, hace pensar que no estaba asustado por su propia seguridad, sino que hay algo más fuerte en medio.

Finalmente llegan al río donde ven la represa, un escenario importante en el juego que aquí es descartado en pos de la narrativa. Cruzándolo, se encuentran con un grupo de personas a caballo que los rodean, apuntan y comienzan a interrogarlos. El sentimiento de debilidad y pavor de Joel queda plasmado en su rostro una vez más mientras el grupo a caballo suelta a un perro entrenado para oler infectados. No puede moverse para defender a Ellie y el perro la destrozaría si se da cuenta de que, efectivamente, el hongo está en su cuerpo. No es una escena muy larga pero sin duda debe ser una de las más tensionantes de toda la serie, incluso para quienes jugamos el juego. Por suerte, la inmunidad de Ellie le juega a favor y el perro no la detecta, y mientras Joel respira, su compañera juega entre risas con el animal.


Tommy y Joel se reencuentran en Jackson, el pueblo del que partiera el grupo a caballo. Este lugar es mencionado y visto de lejos en el primer juego, pero nunca es visitado hasta la segunda parte. Los showrunner eligieron mostrar mucho más temprano lo que es la vida en este lugar, tal vez para que el espectador sepa que no todo tiene que ser tan sombrío, y que incluso en la peor de las situaciones, la organización humana puede dar sus frutos. Además, es una excusa perfecta para regalar a los jugadores toneladas de referencias y easter eggs. Entre ellas, podemos encontrar: la recreación de Jackson con sus comodidades y electricidad; a quien podría ser Dina espiando a Ellie en el comedor del pueblo (en el juego, Dina le confiesa que así es como la vio por primera vez); a Shimmer, la yegua que luego montará Ellie; el cine, al que Tommy hace referencia cuando logran poner en funcionamiento la represa; así como pequeñas pistas en diálogos, como el deseo de Ellie de ser astronauta, o el de Joel de tener una granja con ovejas (cosa que Ellie lleva a cabo). También nos ofrecen más detalles de la organización comunal del pueblo (si, Tommy, sos comunista, acéptalo), cosa que tiene muchísimo más sentido que la lógica seudocapitalista que, por motivos de jugabilidad, le dan a muchos juegos postapocalípticos (las tapas de botella como moneda en Fallout, por ej), así que a pesar de las quejas de algunas personas, bien por los guionistas.
En Jackson, la historia toma dos vertientes: una entre Joel y su hermano; y otra con Ellie y Maria, esposa de Tommy. Entre los primeros se da un intercambio maravilloso que, según los showrunner, tuvo mucho de agregado e improvisación de Pedro Pascal, que capítulo a capítulo nos muestra por qué fue la mejor opción para el papel. Joel se quiebra frente a Tommy, confiesa su miedo profundo de fallarle a Ellie por estar viejo, pero además porque no puede sino recordar cómo le falló a su propia hija. Todas las noches, dice, tiene un sueño que no recuerda, pero al despertar siente que perdió algo. Por eso le ruega a Tommy que sea el quien se encargue de terminar la misión. Es interesante como se desarrolla este dialogo, ya que en el juego, Joel no muestra debilidad en momento alguno, sino que se esfuerza por seguir tratando el viaje como un encargo más, hasta que son interrumpidos por un ataque de salteadores. En la serie, sin embargo, no hay peligro alguno, y esa tranquilidad coloca a Joel en una situación en la que permite dejar en la superficie su vulnerabilidad y sus miedos. Gran elección y gran escena.


Ellie, por su parte, recibe tal vez por primera vez en su vida el cuidado que una madre dedicaría a su hija. En la casa que les asignan, María deja ropa limpia y una copa menstrual, un detalle (que por cierto, también genero un poco de polémica, porque así de lleno de estúpidos está el mundo) que a Joel jamás se le hubiese pasado por la cabeza. Una necesidad que necesitó de otra mujer para ser reconocida. También se da una interesante conversación entre ambas, mientras Maria le corta el pelo: no solo nos enteramos que ella también perdió un hijo durante la pandemia, sino que conoce la historia de los hermanos y le advierte a Ellie sobre el peligro que eso significa. Es interesante el contraste que se da aquí entre esta mujer y Joel, con Tommy como puente: ambos perdieron un hijo, pero María se dedicó a construir; mientras que Joel se cerró completamente al mundo y se enfocó en la mera supervivencia, incluso si eso significaba asesinar inocentes. El miedo y los ataques de pánico de Joel ahora que encontró un nuevo propósito en Ellie dan aún más fuerza a las palabras de Tommy: “había otros modos de sobrevivir, solo que no éramos buenos en ello”.
Sin embargo, Ellie escucha que Joel planea deshacerse de ella. Sigue entonces una de las escenas más icónicas del juego, una vez más, lograda casi cuadro por cuadro, en el que Ellie le dice a Joel que ella no es Sarah; que todos los que le han importado la han dejado o muerto; y que sin él, no estaría más a salvo sino más asustada. La respuesta Joel es terrible, aclarándole que ella no es su hija, y que él tampoco es su padre. Pero a diferencia del juego, donde la actitud de Joel es más de enojo; en la serie parece más defensiva y planificada, como un intento de alejar a Ellie a propósito por el propio bien de la chica.

 
Por supuesto que no terminan separados, y el siguiente segmento de “Viajando con Joel y Ellie” es mucho más ameno que el que abre el episodio, con ambos conversando animadamente y Joel tomando un papel aún más paternal (dentro de lo que el mundo de TLoU permite), enseñándole como disparar con un rifle de francotirador, o explicándole las absurdas reglas del Football Americano mientras se dirigen al laboratorio de la Universidad de Colorado en busca de las Luciérnagas. Una vez en el campus, se encuentran con que esta deshabitado y que todos se dirigieron al hospital general de Salt Lake City, pero mientras se preparan para seguir viaje, un grupo de salteadores se mete en el edificio. Joel y Ellie tratan de escapar pero son interceptados por uno de ellos, y en una escena repleta de movimientos iguales a los del juego, Joel mata al asaltante no sin antes recibir una puñalada en el abdomen por parte de este. Todo ocurre muy rápido, y es una lástima, ya que toda la sección de la universidad es muy interesante, y no hace más que demostrar que tal vez nueve capítulos sean pocos, incluso con la gran capacidad que han demostrado los guionistas para condensar la trama. Teniendo en cuenta lo que se viene, me preocupa que no se llegue a tratar el resto de la historia con el nivel de detalle que se merece, pero hasta ahora no ha habido grandes fallos, así que veremos cómo lo logran.

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