Primeras Impresiones de Resident Evil 6

La serie Resident Evil viene un poco de capa caída desde la quinta entrega, un juego ciertamente entretenido, pero que pecó de un argumento insulso y situaciones ridículas (todos recordamos a Chris Redfield golpeando una piedra gigante) al cual le siguió un spin off decadente denominado Operation Raccoon City (mirá el análisis acá) que dejó un amargo sabor y una sensación de inquietud por el oscuro futuro de la franquicia. Por ende es lógico que esta entrega (la octava de la serie principal) genere altas expectativas; no por que esperemos que sea un juego revolucionario si no porque simplemente deseamos que hagan  las cosas como corresponde. Además en la nómina de personajes encontramos por primera vez en el mismo juego a Chris Redfield y Leon Kennedy; protagonistas de los primeros dos juegos y favoritos de los fanáticos.

La demo de Resident Evil 6 (RE6) trae la posibilidad de jugar las 3 historias que se contarán en el juego (muy brevemente, todo hay que decirlo) cada una con 2 personajes y la posibilidad de hacerlo en compañía con un amigo (online) o con la CPU. La primera es la de Leon Kennedy quien junto a Helena Harper -personaje nuevo- se encuentran en Talls Oaks, Estados Unidos aparentemente en un cotejo político con el presidente de ese país. Empezamos directamente con las escenas ya vistas en los videos promocionales con Leon apuntando al presidente transformado en zombie. Aunque uno entiende la carga emocional que los guionistas del juego tratan de transmitir, no deja de ser curioso que, luego de años peleando contra estas criaturas, el viejo de Leon insista en pedirle al presidente-zombie que se quede donde está, que no se mueva...que no lo haga. Luego de la escena, donde hacemos contacto con Hunnigan, la chica de lentes que ayudó a nuestro personaje en Resident Evil 4 (RE4),  tomamos el control del personaje. Lo primero que sorprende es el tamaño de estos. Los personajes en RE6 deben ser de los más grandes que se han visto en un juego de esta categoría. Están perfectamente detallados y ocupan una parte importante de la pantalla. Si bien al principio parece algo incómodo con el tiempo logramos acostumbrarnos sólo para pasar de lo chocante a la fascinación. Esta escena de Leon es la que pretende devolvernos un poco a los primeros juegos, con un enfoque más tenebroso, oscuro y un ritmo más lento. De hecho apenas tomamos el control del personaje, no podemos apuntar ni correr. Esto se habilita cuando los personajes sienten o ven que algo anda mal. 
En esta demostración nos acercamos brevemente a lo que cooperativamente pueden hacer los protagonistas. Abrir puertas, cubriendose uno al otro o quitar obstáculos del camino. Los escenarios no sorprenden tanto como los personajes y la interacción con los mismos, es casi nula. La jugabilidad ya demuestra su complejidad desde el inicio con una pantalla de "loading" que parece un torbellino de ideas donde se nos enseña lo que podemos hacer, no solo con los botones en si, si no combinándolos entre ellos. Por ejemplo, para esquivar ataques hay que usar el stick izquierdo, el gatillo izquierdo y el boton A, al mismo tiempo. Con el boton Y vamos al inventario, pero para poder tomar una hierba medicinal, tenemos que usar el boton RB, obligatoriamente. Si apuntamos con el gatillo izquierdo, nos aparece la opción de apretar y para sacar una segunda arma y hacer la gran Matrix. Con el botón B aparecen al pie de la pantalla una serie de combinaciones que usaremos para interactuar con nuestro compañero, por ejemplo: con B + LB lo elogiaremos (vaya a saber uno para qué) o con B + las flechas del pad clásico le indicaremos que ataque, que nos siga, que espere, etc. Complicado, rebuscado tal vez. No es imposible pero algunas opciones dan la sensación que se podrían haber simplificado.