09 de Febrero del 2024

Análisis de Like a Dragon: Infinite Wealth - PS5

El hombre al que todo le sale mal.

Un tipo vencido que no se deja vencer

Vamos a empezar advirtiendo sobre spoilers del juego anterior de la saga, y es que se volvería difícil hablar de la historia de Infinite Wealth sin hacer referencia a Yakuza Gaiden. La última entrega con Kazuma Kiryu como protagonista nos traía la culminación de una trama que ya se estaba gestando en el primer Like A Dragon, y que va en línea con la situación actual y real de la Yakuza en Japón, ya que debido a la gran cantidad de leyes para limitar el poder de las de por sí debilitadas familias, se llega a la decisión entre los dos grandes grupos y eternos antagonistas de la saga, el Clan Tojo y la Alianza Omi, a disolver definitivamente las organizaciones. Esto deja un tendal de problemas, ya que muchos ex–yakuza quedan en la lona y sin tener a dónde ir.

Las repercusiones de esta decisión enorme para el mundo del juego todavía generan problemas que deberemos enfrentar en Infinite Wealth. Pero, a pesar de todo, Ichiban Kasuga, el mafioso más buen tipo de la historia, parece estar pasándola bastante bien: se convirtió en el héroe de Yokohama, y tanto él como sus amigos consiguieron trabajos más o menos estables.

En el caso de Ichi, se hace con un puesto en la agencia de búsqueda laboral Hello Work, desde donde puede colocar a ex–yakuza en trabajos honestos. Y todo marcha bien Milhouse, hasta que la mala suerte se encapricha una vez más con nuestro héroe y todo se va al garete. No voy a dar demasiados detalles de por qué, pero resta decir que el equipo Yakuza está haciendo un trabajo estupendo en adaptar nuevas líneas argumentales y problemáticas que coinciden mucho más con la actualidad. Los bajos mundos siguen siendo protagonista, pero el retiro de la Yakuza del control de ese mundo deja espacio a muchos otros jugadores con variados intereses, y en muchos casos, bastante menos honorables.

El nuevo viaje de Ichi junto a sus amigos para volver a darle sentido a su vida es más grande que lo que la franquicia nos tiene acostumbrados. Si en el juego anterior se habían vuelto ambiciosos con el enorme mapa de Ijincho en Yokohama; en esta entrega agregamos Hawaii y el siempre presente Kamurocho para una totalidad de tres regiones con muchísimo para hacer y explorar.

Y en el camino, además de resolver otra intriga de los bajos fondos y el poder oculto de Japón, también haremos crecer a Ichi como persona, al igual que en el primer juego, para que el héroe vuelva a brillar y, tal vez, recomponer su vida.

Afinando y mejorando

El nuevo estilo de combate que debutó con éxito en Like A Dragon vuelve a hacer presencia en Infinite Wealth. Si bien no hay grandes cambios, sí se han encargado de pulir todos los detalles de la jugabilidad para que la experiencia sea aún mejor. El agregado más importante que puedo mencionar en este apartado, es que ahora podemos mover a los personajes en medio de la batalla, aunque en un espacio restringido, lo que nos permite alinear ciertas habilidades o agarrar objetos del escenario de forma más efectiva. El combate, entonces, se vuelve un poco más táctico y por lo tanto más interesante. Además, la curva de dificultad acompaña mucho más a la historia, haciendo prácticamente innecesaria la necesidad de "grinding" que tanto caracterizan a los RPG por turnos.

En cuanto a modos de juego, además de los innumerables minijuegos que tendremos para disfrutar, hay que mencionar dos excelentes adiciones: en primer lugar, vuelve "Sujimon", aquella parodia de Pokémon en la que teníamos que coleccionar los datos de los enemigos que nos cruzábamos por la calle. Pero esta vez, no sólo tenemos una región nueva (Hawaii/Alola), sino que por primera vez hay una Liga Sujimon y ¡combates! Esta vez ya no alcanza con llenar el Sujidex, sino que también podremos capturar y hacer combatir a los Sujimon. Tan ridículo y divertido como suena.

La otra novedad es Dodonko Island, un resort abandonado que podemos convertir en un destino de lujo mientras lo mejoramos al mejor estilo Animal Crossing. Nunca te aburrís un segundo, y siempre hay algo para hacer.

Conclusiones

Más grande; más pulido; con una historia increíble como siempre; con un personaje principal que no podés evitar querer y hacerlo crecer; con toneladas de minijuegos y sidequests; no hay casi nada que se le pueda criticar a esta belleza, salvo por una cosa: el New Game Plus sólo está disponible para las versiones Premium por alguna razón. Si no fuese por esa extraña decisión de hacerte pagar extra por NG+, el juego sería un diez. Sin embargo, es tanto lo que ofrece que es fácil pasar por alto esto último, y aunque no caiga bien, el juego es imperdible.

Lo mejor

· Un gran cast de personajes.

· Excelente historia.

· Jugabilidad mucho más pulida.

· Toneladas de cosas para hacer.

Lo peor

· Hay que pagar por New Game +.

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