Un clásico de clásicos
Dragon Quest podrá no tener en Occidente la fama que en su país natal, pero en Japón fue durante décadas el principal rival de Final Fantasy, siendo incluso más popular. Por nuestro hemisferio, sin embargo, los ports fueron contados y no fue hasta que Square Enix se hizo cargo de la franquicia que empezamos a verlo más seguido. Es por eso que esta remake tiene doble valor para nosotros: no sólo es un gran ejemplo de cómo hacer un remake, sino que para la mayoría será una experiencia completamente nueva y una buena oportunidad para meterse de lleno en la historia de los JRPG.
Pero, ¿qué podemos esperar de un juego que originalmente salió en 1988?. Los desarrolladores quisieron ser lo más fieles posibles a la versión original, y eso trae algunos "problemas" para el jugador moderno, pero a la vez, algunas virtudes inesperadas.
Lo que más va a hacer sentir el paso del tiempo es la historia y el combate. Por el lado de la historia, es bastante simple, como cabría esperar de un juego tan viejo. Y la jugabilidad, si bien es la clásica de combate por turnos con la que muchos de nosotros hemos crecido, no deja de sentirse anticuada, aunque no tanto por el sistema en sí, sino por las animaciones de combate, que bien se les podría haber dado una actualización más dinámica correspondiente al resto del trabajo.
Pero que se trate de un juego antiguo también tiene sus ventajas. Por un lado, esa hermosa dificultad de las primeras generaciones de consolas está intacta. Nada como el temor de entrar a una nueva mazmorra o zona sin saber si estamos preparados o no; o correr hasta el próximo punto de salvación porque todos los personajes están en las últimas y estamos peligrosamente bajos de ítems. El jugador viejo me va a entender y va a saber apreciar ese nivel de nostalgia.
Otra cosa interesante es que estos juegos solían estar llenos de secretos, microhistorias y lugares para explorar, otorgando experiencias de muchas horas de juego con la aventura principal, sin relleno innesario y con todas las quest bien conectadas. Poder explorar con libertad un mapa que encierra al mundo completo e ir desbloqueando secretos en el mismo es algo que se extraña y no se ve tanto en RPGs modernos, que son mucho más contenidos.
Lo nuevo y mejor
Pero Dragon Quest III HD-2D Remake es una remake, valga la redundancia, y por lo tanto tiene que traer algunas cosas nuevas y actualizaciones.
Lo principal es el apartado gráfico. Además de colores más nítidos y mejor pixelado, todos los escenarios están realizados en un precioso estilo 2.5D que complementa de maravilla con los elementos más clásicos del juego. Una elección más que correcta que cambia lo suficiente sin dejar de lado la familiaridad.
Otras mejoras son un poco más sencillas, pero hacen un gran trabajo al traer el juego a tiempos modernos. Hay dos funciones de salvado fundamentales: por un lado, un autosave que nos va salvar horas de frustración cada vez que el grupo caiga (y va a pasar mucho); y por otro, una función que permite "grabar" conversaciones que nos parezcan importantes u otorguen pistas para la aventura, de modo que podamos revisarlas cuando queramos.
Esto último es mucho más útil de lo que parece, ya que era muy común en este tipo de juegos que de repente nos quedáramos sin ideas de a dónde ir. Podemos agregar también que ahora contamos con muchos diálogos con voces, ya no sólo texto; y con una selección de dificultad para aquellos que no se animen a la punitiva experiencia de la vieja escuela (o que prefieran aumentarla).
Por último y no menos importante, hay agregados interesantes en la parte jugable. De éstos, lo mejor es el agregado de una nueva clase, Animal Wrangler, que puede aprender habilidades de monstruos, convirtiéndolo en una de las mejores opciones. Y hablando de monstruos, también es posible encontrar monstruos amigables en diversos mapas, reclutarlos y hacerlos pelear en una arena al mejor estilo Pokémon. Ésto no sólo suma un elemento de juego y coleccionables, sino que también se relaciona con la nueva clase, ya que aprende movimientos al encontrar bichos y participar de los torneos.
Conclusiones
Dragon Quest III HD-2D Remake es otro gran agregado a una lista de remakes muy bien hechas que hemos recibido en los últimos años. Y mejor aún, ya que se trata de un juego que tiene más de 25 años y que la gran mayoría de nosotros no tuvo oportunidad de probar. Todos los agregados son más que correctos y logran actualizar el juego sin restar a la experiencia original. Un obligado para los fans del género.
Lo mejor
· La actualización gráfica.
· Los nuevos elementos jugables.
· La música.
Lo peor
· La historia resulta simple para los paladares modernos.
· La animación en el combate se hubiese beneficiado de una actualización.
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